Sunday, May 16, 2010

LA CANCION QUE MI HIJO ME DEDICO



Por
Mario Rodriguez.

Una noche, mientras mis ideas se desplazaban por el infinito de la bohemia, las nostalgias y la felicidad de estar con mi hijo, la madre toda ponderosa de la creación, me regaló uno de los instantes más importantes de toda mi vida, o por lo menos, unos de esos momentos que uno quiere que no termine jamás. Y en cierta forma, así es, esos momentos o instantes siempre se van a recordar con mayor intensidad de lo que realmente fueron y según como yo lo veo, eso solo es un sistema de compensación que se emplea para que esas memorias se mantengan intocables por las polvaredas del olvido o las caricias de la indiferencia; sin embargo, esa es otra forma de garantizarnos para el resto de la vida una razón para brindar, tal vez para llorar o quien sabe reír a carcajadas.


Esa noche de la que estoy hablando había empezado de una manera muy singular y por demás llena de buenas intenciones. Que frijoles para celebrar el día de las madres y vino de aperitivo, una combinación de hasta el día hoy ha resultado muy saludable, un poco ortodoxa, pero sobretodo saludable; los antioxidantes del vino mas la proteína de los frijoles, los cuales por supuesto estaban acompañados de los respectivos carbohidratos (arroz, arepa asada y maduro) y por el otro lado la proteína animal (chicharrón y chorizo asado) son, matemáticamente hablando, una combinación perfecta. No quisiera realmente hablar de los ingredientes utilizados en la preparación de los frijoles porque eso nos conllevaría a un sin número de posibles reacciones químicas y por ende potenciales actividades bio-reactivas anómalas para la salud pública que pondrían es cuestión mi propuesta culinaria. Pero como les dije anteriormente, el vino y sus antioxidantes fueron de gran ayuda.

Los comensales empezaron a llegar y el vino se empezó a consumir; una botella, dos botellas, un litro y medio que se fue en menos de cinco minutos. Luego otra botella de vino que resultó como consecuencia de un regalo hecho por los visitantes. Luego, la frijoleada y después otra de “wine”. En su orden consumimos una par de shiraz, una de pinot y otra de cabernet suvinong. Lo malo del asunto, es que de acuerdo con mis cálculos, más del 50% de aquel juguito de uvas me lo consumí sin querer queriendo. Cuando uno celebra y está seguro de que nada malo puede suceder se relaja y disfruta, al menos ese fue mi caso.

Todos los invitados quedaron completamente satisfechos. Que comida tan deliciosa fue el comentario general, y aunque la receta es un secreto de la familia y aunque no la apliqué en su totalidad porque muchos de los ingredientes no se encuentran acá, los benditos frijoles quedaron bien deliciosos. Como a eso de la una de la mañana la gente se puso de acuerdo y todos se despidieron con una sonrisa en la cara y una bomba atómica en la panza.

No sé si es maña mía o consecuencia de la situación, pero una vez entrado en materia de alcohol, parar de beber es algo que resulta bastante difícil, especialmente si la compañía del momento es agradable y además de eso al día siguiente no hay nada más que hacer más que esperar a que amanezca. Mi hijo no bebe y espero nunca lo haga, no porque sea del todo malo sino porque cuando uno asocia el trago y el bienestar de la manera en que yo aprendí a hacerlo, uno se vuelve bohemio, nostálgico, sensible y en muchas ocasiones vulnerable a las mareas de la falta de auto control. Esa parte de beber sin control porque se está pasando bueno fue una lección aprendida a la forma antigua, con sangre. Sin embargo, haber tenido el placer de compartir una velada como la de la otra noche, al lado de mi muñeco fue algo que no voy a poder describir en su precisa dimensión. Cuando Julián y yo compartimos normalmente nos reímos mucho, su sentido del humor es bastante agudo y espontáneo, así que es muy fácil encontrar buenas razones para carcajear sin parar.

Hace poco se cortó el cabello, ya eran casi año y medio sin recorte y sus churcos estaban largos y algo fuera de control. Cada mañana podía percibir su cansancio al tratar de darle una forma decente a su indomable melena que sin yo creerlo le estaba colmando la paciencia. Yo, por mi lado, también llevaba mi tiempito sin visitar al estilista. La diferencia es que mi cabello se está perdiendo en la inmensurable fosa de la caída mientras que a Julián se le refunden sus folículos pilosos en el afán del crecimiento y el desarrollo hormonal. Yo creo que Julián trae una fuerte carga genética de su abuelo materno, don José, quien a sus sesenta y tantos años de edad cuenta con una calidad capilar única. En fin, mi hijo se ha vuelto mi mejor amigo, pero más que eso ha llegado a ser un gran hombre. Él es muy comprensivo y llevadero; es obediente y juicioso, bueno por lo menos eso es lo que percibo y no me creo estar equivocando. Al principio, tengo que ser honesto, el proceso de adaptación me estaba calcinando la calma y la voluntad, pero más vale el amor y el dialogo, de suerte tal que hoy por hoy conversamos un poco más y nos decimos palabras de afecto con más frecuencia y menos timidez.

Yo quería seguir bebiendo. Ya no recuerdo con exactitud cuál fue el último domingo que no iba a trabajar. Julián también estaba contento por la misma razón y noté su deseo de pasar una buena amanecida junto a mí. Cuando uno es un adolescente el tiempo que pasa con los adultos es muy importante. Recuerdo mis amanecidas con mis tíos y tías al son indomable de la salsa, los boleros y las baladas de Nicola y Charles. Esos años fueron mágicos. Amanecer al lado del tío Hugo era un placer y todavía lo es, solo que estamos muy lejos para hacerlo y su salud no le permite más esas canitas al aire. Julián siempre ha compartido con nosotros esos espacios de diversión. Desde muy pequeño le dejamos saber que tenía que dormir con música o ruido y que la opción de llorar no estaba incluida en el manual de pataletas cuando de rumba en la casa se trataba. Cuando la familia se reunía, no había quien cuidara a los niños más que ellos mismos, por lo tanto las rumbas eran todo terreno, unisex y sin tiempo límite. El que se cansaba se dormía y el que se emborrachaba se dejaba a un lado. Cinco de la mañana y arranquemos con Camilo Sesto, Rocío Dúrcal, Juan y Ana Gabriel y luego el charrito negro, los Visconti, Julio Jaramillo y el caballero gaucho. Nueve de la mañana y tómese un caldo para que la amanecida no fuera tan cruel y la cara de vampiro se mimetizara con la de la gente normal. En una ocasión mientras estábamos jugando parques en la sala del apartamento donde vivíamos y cantábamos las rancheras del “chente” oímos un ruido en el cuarto adjunto, nuestro dormitorio. El ruido fue un golpe seco, limpio, como hecho por un profesional. Hicimos un silencio sepulcral a la espera del llanto del “juli” quien para esa época tenía algo menos de nueve meses de nacido. Mil uno, mil dos, mil tres y nada pasó. Nos reímos de tranquilidad y seguimos con el tiro de dados, las pata e’ perros, y las sopladas. Como a las cuatro de la mañana cuando el trago se acabó, decidimos dar por terminada la jornada de esparcimiento. Cuando Margoth, la mamá de Julián y yo entramos en el cuarto pegamos un grito que estaba cargado de pánico, susto, superstición e incredulidad. Julián no estaba en la cama. Cuando el juego de parques empezó pusimos al bebé en el lecho, en el centro del mismo con almohadas a su alrededor para que no se cayera por si decidía voltearse. Después de buscar un rato con mucho nerviosismo, me agaché a buscar debajo de la cama y que sorpresa me llevé cuando vi a don Julián roncando debajo de aquel camastro. Gracias a Dios no le pasó nada, pero esa fue la prueba irrefutable de que el viejo “juli” sería un guerrero de la noche.

El reloj marcaba las dos de la mañana del día en cuestión. Jugando con la computadora y buscando las canciones que queríamos escuchar, Julián me dijo: “has escuchado la canción de Victor Manuel, esa que se llama tiene mi sangre” le respondí negativamente porque la verdad nunca la había escuchado. Me dijo: “escúchala”. Tomo mi computadora portátil y oprimió la tecla “play”. Todos en aquella sala hicimos silencio. A medida que la canción sonaba mis sentimientos se empezaban a derretir y las lágrimas a querer salir. Aguanté la respiración lo más que pude, pero el pecho se sentía oprimido y la garganta congestionada. Cinco minutos y 39 segundos más tarde mi alma brillaba de felicidad y la alegría de ese momento se manifestó de la forma más difícil de reconocerle, llanto. Miré a juli y no quise sostenerle la mirada porque no quería verle llorar, sin embargo, quise abrazarlo y decirle que lo amo con todas las fuerzas de mi corazón.

La canción en su esencia cuenta la historia de un padre a quien por fuerzas ajenas a su voluntad le tocó vivir lejos de su hijo por muchos años, cuántos? No sé, pero me revivió esos cuatro años y medio que tuve que vivir lejos de mi “perrito”. Me perdí, como dice el tema, muchas cosas de su infancia y no estuve allí cuando él me necesitó, sin embargo, siempre lo recordé. Su espíritu y su esencia me mantuvieron vivo las muchas veces que mi travesía por las aguas de la legalización en otro país se tropezaba con el drama, el dolor y la mala suerte. En los momentos que me sentí vencido y me ví derrotado, su imagen portentosa se implantó en mi memoria para decirme con palabras dulces pero certeras, “no es tiempo para mirar atrás, ni mucho menos para rendirse, solo aquellos que resisten y persisten alcanzan sus metas, nadie dijo que iba a ser fácil, pero tampoco nadie dijo que sería imposible”.

Cuál es la diferencia entre cruzar una frontera con papeles y cruzarla a escondidas? Ninguna, especialmente si al otro lado del borde no cuentas con nadie para salir adelante. Nunca he hablado de esto, porque realmente es algo que puede ser mal interpretado, sobre todo por aquellos que tuvieron directa incidencia en lo que me tocó vivir, pero como dice el viejo proverbio “no hay golpe que más duela que aquel que no se espera”. Y es que cuando uno viene a ver la mala memoria nos hace dejar en el olvido hechos muy importantes. Al paso que vamos en unos cuantos siglos Hitler será reconocido como un patriarca alemán que lucho contra las injusticias de un pueblo desalmado que trató de apoderarse del mundo. Quién sabe, a lo mejor sí porque como vamos estos benditos judíos nos van controlar a su antojo. Pero bueno esa es harina de otro costal que ahora no quiero polemizar, lo importante del asunto es que maduré como hombre, como ser humano, como ente espiritual en procesos de evolución y aprendizaje; maduré a tal punto que me encontré respondiendo muchas preguntas y haciendo otras tantas a mi conciencia y mi corazón. Me sentí iluminado, como re descubriendo un mundo que siempre había estado allí, pero que desafortunadamente no podía ver.

La canción que me hijo me dedicó fue la prueba fehaciente de que él ha sufrido, que él ha estado pagando las consecuencias de mi pasado, de mis equívocas decisiones. Cómo suponer la consecuencias de cada decisión que uno toma en el futuro inmediato? Mejor aún, como suponer la consecuencias a largo plazo? Cada movida en el ajedrez hoy, define una juga en la vida mañana. De todo corazón espero estar tomando las decisiones correctas y más que eso estar sembrando en Julián las correctas semillas, esas que cuando deciden florecer dejan en el ambiente la satisfacción de un ser hermoso, pero además de ello, con frutos listos para consumir si se necesita y con ramas fuertes para uno soportarse si es la situación.

La canción que mi hijo me dedicó me dejo en el alma la tranquilidad de tener como heredero a un hombre lleno de buenos sentimientos, con fina atención a los detalles, esos pequeños instantes en la vida de cada quien que festejan nuestra naturaleza social pero en especial nuestra esencia emocional, esa parte de nuestra biología que nos distingue entre las demás especies. Te amo hijo, gracias por celebrar la vida conmigo como tu padre y como tu amigo.

HOMENAJE A LA PLANCHA.

Por
Mario Rodriguez


La balada romántica es un género musical latinoamericano sin atribución a ningún país en especial aparecido la década del sesenta. La balada romántica se define como una canción de amor de tempo lento, interpretada por un cantante, solista generalmente, acompañado de una orquesta. La balada y el bolero suelen confundirse y registrarse en una u otra categoría sin demasiadas precisiones. La distinción entre una y otra esta fundamentalmente referida a una mayor sofisticación y un lenguaje más metafórico y sutil del bolero frente a una expresividad más directa.

Chico Navarro se refiere a este respecto de la siguiente manera: “el bolero rendía culto a un discurso amoroso remanado. Yo quise sacarlo de ahí y busqué evitar exageraciones”. La balada puede pues ser concebida en su forma más amplia como una forma muy latinoamericana de expresar la sensibilidad común ante los sentimientos y situaciones del diario vivir con un lenguaje simple y al alcance popular.

La balada romántica encuentra su origen en el bolero latinoamericano de los años 50’s, donde interpretes como “Lucho Gatica” y “Leo Marini” junto con la canción romántica italiana y francesa, la cual incluye entre sus mayores exponentes a “Nichola Di Bari” y “Charles Aznavour” respectivamente, influencian la creación de éste nuevo género musical en Latinoamérica. En 1961 se registra la primera balada romántica, la cual es interpretada por el señor Mario Álvarez y cuyo nombre es “sonata de amor”. En 1965, Armando Manzanero da a conocer su primera balada, “pobres besos míos”.

La década del 60 fue una época donde la balada se fortaleció desde el punto de vista género, para que ya en los 70’s alcanzara su esplendor con artistas de muchas partes de Europa, sur y centro América y Estados Unidos. De España podemos citar a Raphael, Camilo Sesto, Manolo Otero, Miguel Gallardo, José Vélez, Dyango, Nino Bravo, Julio Iglesias, los Amaya, Juan Erasmo Mochi, Berti Osborne, Roció Durcal, Roció Jurado, Lolita y Lola Beltrán entre muchos otros que escucharemos luego. De Francia encontramos artistas tales como Joe Dassin, Charles Asnavour, Franco Simone y Demis Rousos entre los más destacados. De Italia tenemos figuras como Nichola Di Bari, Gigliola Cinceti, Sandro Giacobbe y Domenico Modugno para nombrar solo unos cuantos. Y como olvidarnos de Inglaterra con el famosísimo Albert Hammond.

En Latinoamérica encontramos un sinfín de grandes artistas, Leonardo Favio, Amanda Miguel, Diego Verdaguer, Sandro, El grupo pimpinela, Roberto Carlos, Rudy Márquez, Rudy la Escala, Ricardo Montaner, Franco De Vita, Myriam Hernández, Tranzas, Juan Fernando Velasco, Gianmarco Zignago, Adriana Mezzadri, Tania Libertad, Luis Enrique, Shery, Ricardo Arjona, Ángela Carrasco, Sonia Silvestre, Chayanne, Ana Gabriel, Juan Gabriel, Luis Fonsi, Gervasio, Natalia Oreiro, Fausto, Oscar Golden, Claudia de Colombia, Jerónimo, Carmenza Duque, Billy Pontoni, Basilio, Armando Manzanero, Crystal, Danny Rivera, José Feliciano, Cesar Acosta, Lupita Dalecio, José José.

Ya para finales de la década de los 90, estas melodías se habían convertido en clásicos del ayer, las emisoras radiales, en este caso colombianas, se habían especializado por épocas dejando así pues “corazón am, amor estéreo” por citar solo dos, estaciones donde se podía escuchar toda ésta música. La expresión “música de planchar” apareció a finales de los 90’s y se fortaleció en su contexto en el siglo XXI, ya que la invasión musical, los tratados de libre comercio y la globalización pero sobre todo el internet abrieron las puertas a un sinfín de posibilidades musicales más actuales, relegando así todas esas hermosas melodías a un quehacer más específico, planchar, hacer oficio o ponerse a arreglar las casa. Esa era la tradición de nuestras madres, poner toda esta música y al ritmo de “queriiiiiidaaaaaaaa, dime cuando tu, dime cuando tu, dime cuando tu vas a volveeeeeeeeeer” y “oyendo esa música vieja recuerdo el pasado” se pasaba el tiempo.

Recuerdo que en 1997 o 1998, en una radio emisora en Bogotá, Radioactiva, muy popular entre la comunidad adolescente de esa época, o sea nosotros, se pasaba formalmente, una franja llamada la hora de la plancha, donde se podía escuchar a todos los artistas mencionados anteriormente. La aceptación fue total, solo una horita diaria de cinco a seis o de seis a siete, no me acuerdo, pero fue un boom. Todo el mundo lo disfrutaba porque fue una forma de conectar el pasado de los “cuchos” con el presente, la juventud. Al principio muchos se reían, uuuyyyy que boleta, pero después las letras y las melodías empezaron a tocar corazones. Algo así como que pasamos del escarnio Publio y el voyerismo a la autoconciencia y el disfrute personal de aquellas baladas.

Recuerdo muy bien y creo que todavía existe en Bogotá y en algunas ciudades del país, establecimientos dedicados a poner música de este género y para el asombro de muchos, son bastantes los jóvenes que se sientan a beber al ritmo de Leo Dan, Juan Gabriel, Mocedades, José Luis Perales y Miguel Bose.



Bibliografía

http://es.wikipedia.org/wiki/Balada_rom%C3%A1ntica, 2010.

Monday, May 10, 2010

CAUSA - Rumba de Primavera "reporte final"

Rumba de Primavera


Siempre se ha dicho que lo que se planea nunca resulta como se espera, que esas cosas que surgen asi como así, de la espontaneidad de sus creadores, son en la mayoría de los casos mucho mejores y a su vez más inolvidables; sin embargo, tengo que decir que no siempre las cosas son de tal manera. Que sería entonces de esos reinados y esas exuberantes ceremonias donde se emplea más de un año para poder hacerlas realidad. Será que si en vez de hacer todas las eliminatorias para el mundial de fútbol y luego el sorteo de los grupos se planteara un piedra, papel, tijera como eliminación y luego un pico y pala para determinar quién juega con quién, el mundial fuera más bacano de lo que ya es? Tal vez, pero eso es algo que nunca vamos a poder saber, o por lo menos no por ahora, a menos que organicemos un parche, bien desparchado, que tenga por los menos unos sesenta integrantes para que luego se organicen en grupos de a seis, como mínimo, y luego se pongan los nombres de cada país, sin que nadie quiera ser Argentina o Alemania o mejor aun Brasil, o Italia, y luego empiecen todo el rollo de piedra papel tijera sin discutir, y que el pico y pala se haga sin rabonear ni mucho menos alegar porque como a nadie le importa jugar de primero o de ultimo, cierto?. Como quiera que sea el solo hecho de organizar tal recocha es algo que requiere planeación; de hecho una rumba, por espontanea que sea, requiere al menos de unas cuantas llamadas, algo de iniciativa y al menos un lugar donde reunir a la gente.

El pasado 24 de abril, se llevó a cabo una de las mejores rumbas a las que yo haya asistido durante el último año, y lo digo no porque CAUSA fuera el organizador sino por el ambiente y lo sabroso de la gente con la que se compartió aquel espacio. Todo empezó como tres meses atrás, cuando las mujeres de CAUSA decidieron realizar una actividad que permitiera recaudar fondos para el programa SONRISAS en Caicedonia. Los que no saben que es el programa SONRISAS, pueden obtener mayor información en Facebook, programa SONRISAS; sin embargo, les voy a decir brevemente en qué consiste.



Este es un programa que pretende cubrir un total de 300 niños pobres en Caicedonia, Valle, Colombia, con revisión odontológica completa lo que incluye limpieza oral, calzas y conferencia educativa sobre la correcta forma de mantener una buena higiene bucal. Ok, como les venía contando, las mujeres de CAUSA decidieron poner su granote de arena y organizaron la rumba de primavera. Como es de costumbre se hizo un plan logístico general que determinó el lugar y la fecha del evento. Una vez ésto estuvo definido, se inició el plan de promoción de la actividad. Así que se hizo lo que se debía hacer, que el anuncio en Facebook, y tele marketing, ya saben llamar a los amigos e invitarlos a participar y conversar con la gente para recordarles lo de la rumbita. Esta clase de eventos son un boleto de lotería, algunas veces se gana y otras se pierde, sobretodo porque se cuenta con la buena voluntad de la gente, es decir, que no hay garantía de que todos asistan, porque así como un día dicen “sí, claro cuente conmigo” al otro día sucede algo que les imposibilita cumplir su palabra. Y es que con este ritmo de vida tan agitado, todos tenemos compromisos que normalmente no podemos memorizar o simplemente recordar y muchas veces nos comprometemos, sin quererlo hacer, a estar en dos partes a la misma vez.

El 24 de marzo llegó y pues como suele suceder, a pesar de toda la planeación hecha, faltaron algunos elementos que tuvieron que ser sorteados a última hora y durante la marcha. Que no hay suficiente hielo, que la soda se va acabar, que son las diez y la gente no llega. En fin, toda una serie de situaciones que en ultimas nos ponen la sangre a circular y la adrenalina a trabajar para recordarnos que “no estamos dormidos, solo distraídos” (Facundo Cabral 2000). Mi versión de lo que pasó aquella noche, como siempre, solo será mi punto de vista y diferirá de la mayoría de los que estuvieron allí conmigo, o a lo mejor, coincidirá con todos, pero eso lo vamos a dejar solamente para los valientes que se atrevan a leer este artículo completo. Y todo empezó así:

“termine de trabajar a eso de las siete de la noche. El día se había tornado largo y duro porque el clima, como siempre, me estaba recordando la tierrita y lo lejos que estaba de ella. El calor estaba un poco arriba y la humedad relativa como siempre al noventa y tanto por ciento de concentración, o sea, que estaba respirando prácticamente agua. Fueron seis fiestas infantiles que tuve que liderar aquella tarde. Los niños de edades entre los cuatro y los ocho anos, toman, pero además exigen de uno, el 100%. Que saludarlos, que explicarles y que mostrarles cómo, por dónde y cuándo hacer las diferentes actividades de la fiesta. Lo bueno del caso es que una vez uno entra en calor y se pone en los el lugar de los niños la fiesta resulta ser un espacio para crear más amigos, bueno amiguitos, que cuando uno menos lo espera resultan saludándolo en la calle o el centro comercial. Como sea, el sábado es el día de la semana que más horas trabajo porque empiezo a eso de las 8:30 am y termino siempre alrededor de las seis o siete de la noche. Una vez terminada la jornada en el gimnasio, fui a donde Luisa para dejar unas cuantas sillas y luego irme a la casa a descansar un ratico, tomar una ducha y ponerme “atrativo” para la rumba. Pero el destino me tenía asegurado un día de 22 horas.

El espacio estaba listo para la rumba, las sillas fueron debidamente acomodadas y el bar, que era mi lugar de trabajo, estaba casi desnudo y sin maquillaje. Ya que mi labor era esa, el bar, decidí organizar todo para que mi noche fuera lo más productiva posible sin tanto estrés.

Moví la cerveza del lugar donde estaba y la puse donde creí que sería más funcional para mí. Coloqué el licor fuerte debajo del mostrador para así disponer de él de una manera más práctica y donde no fuera un obstáculo para nadie. El hielo y las sodas estaban en el refrigerador y el refrigerador estaba como a cinco o seis metros de mi centro de comando. Con semejante inconveniente decidí que una ponchera con hielo y agua serían un refrigerador bien práctico. Debido a que el agua es un excelente conductor de la temperatura, en este caso, las bajas temperaturas, todos los cuerpos sumergidos en agua bajo esas condiciones adquieren la temperatura del ambiente circundante. Esta es una manera muy simple de conservar la cervecita, el agua en botella y las soditas en un estado bebible y refrescante, porque es que eso de tomarse una cerveza al clima, a menos de que uno este en el Sumapáz, es muy duro. Aprendí este método hace como dos o tres años atrás cuando, durante la celebración del pic nic de verano de CAUSA, Canan, un integrante de nuestra organización, me recomendó hacer lo que mencioné antes. Su concejo me salvó de desperdiciar como cinco bolsas de hielo.

Una vez terminé de organizar mi refrigerador portátil y después de haber ubicado cada implemento en el lugar que lo consideré prudente, me acordé que no tenía lista la lista de precios de los productos que se estaban ofreciendo. Tomé un marcador negro, de esos permanentes, y en un trozo de cartón de una de las cajas que habíamos utilizado para transportar el licor. Escribí con la mejor caligrafía de la que fui capaz los costos para embriagarse y a la vez ayudar al prójimo. La cerveza a 3, el agua a 1, la picada a 5 y el trago fuerte a un poco más de 10.

Ya, cuando todo estaba supuesto a estar listo y en forma para abrir el negocio, caí en la cuenta de que no tenía cambio. Algunos de nuestros primeros colaboradores, que fueron bastante tímidos en su inicio, quisieron pagar una soda con un billete de 20. Vaya lio, sin embargo, ese fue un signo; ese fue el presagio de que la noche sería algo mágica y en vez de asustarme, el corazón se me alebrestó, como queriéndome decir que todo se iba a poner un poco más sabroso.

Antes de que abriera el negocio y mucho antes de que hiciera la lista de precios y despuesito de haber salido de trabajar, ví a tres mujeres vestidas de blanco. Sus figuras que las delataban como seres de otras dimensiones, se movían en una laboriosa intensidad alrededor de un fogón improvisado a las fueras de la casa de Luisa. Las tres tenían delantales; pude suponer que no querían que las ropas se mancharan o ensuciaran. Cuando me acerque un poco y empecé a saludar, vi a Orladiz a Stella y a Miryam García, algunas de las mujeres de CAUSA, quienes estaban fritando yuca, cocinando papas y friendo carnes para la famosa picada. Y es que estas jornadas de integración y recaudo de fondos para ayudar a los menos favorecidos siempre requieren un trabajo extra que nunca se ve y mucho menos se menciona, de mucho tiempo y bastantes ganas, sobretodo ganas porque de lo contrario no creo que hubiéramos amanecido vendiendo cerveza y mucho menos en medio del semejante aguacero que cayó esa noche. Pero no importa, así es que las cosas saben rico, cuando hay que lucharlas.

Ya entrados en “business” el sitio se empezó a llenar, pero todavía me acuerdo de Orladiz y sus mirada cuando me preguntó “será que la gente si va a venir? Porque ya son las díez y nada que llegan” me sonreí, como siempre hago y le dije que no se preocupara, que la publicidad del evento decía “hasta las seis de la mañana”. Fue haber tenido esa conversación y de un momento a otro la gente empezó a llegar graneada. Un pareja de amigos de Orladiz, luego unos familiares de Stella y luego todo el mundo. Todo el mundo es todo el todo el mundo. El recinto se llenó de un momento a otro y la música pasó de ser una simple melodía en un recinto vacio a la rumba más tenáz. Todos saltando, gritando bailando y pasando un rato muy agradable. Como diríamos en términos más joviales “se nos llenó el chuzo”.

Todas las sillas ocupadas, todas las mesas llenas y como a eso de las 11:30 a buscar más sillas. Juancho que había llegado a eso de las 10:30 o tal vez 11:00 pm, salió con Sabas en busca de más asientos porque los comensales estaban de pie y como se proyectaba la jornada íbamos a estar recibiendo más gente. Mientras unos bailaban, otros servíamos cerveza y otros fritaban chicharrones, otros estaban dándose una suculenta ducha de agua de cielo a la media noche. Si señores esos fueron el viejo Juancho y sabitas quien tenía un resfriado violento, pero como él mismo dice “al no haber más, con mi esposa me acuesto”. Les tengo que confesar que esas sillas adicionales en su momento fueron de gran ayuda, pero unas cuantas horas más tarde se convirtieron en minas tumba latas. Ya todos entraditos en copas y con la efervescencia de la música empezaron a perder el tacto, así que el equilibrio se hizo menos estable, la coordinación más torpe y los movimientos más brusco; resultado final: sillas para aquí, sillas para allá, que déjeme pongo el trago aquí, que espere que deje el trago allá, que se me cayo la cerveza, que se me rego el coctel. En fin, gracias a Dios teníamos suficiente papel toalla y esos apuros solo fueron cuestión de un momentico y sin más que decir al respecto la rumba siguió.

En su punto más álgido, la rumba abrió un derroche de amistad sin igual. Así fue como Orladiz, y Canan, si no estoy mal, se fueron de mesa en mesa solicitando donaciones. Las manos se veían con ávida intención de ayudar y las donaciones fueron en la alcancía de nuestra CAUSA sin preguntas a preguntar. “que verraquera” me decían los asistentes que no creían lo bueno que todo estaba pasando. “Que con mucho gusto nos volvían a ayudar, que no los dejáramos de invitar”. Y es que al son de ayudar y pasarla bien todos salen ganando.

La música excelente, Jaimito, como lo llamamos en el ámbito popular, hizo alarde de un repertorio bastante amplio y variado de los diferentes ritmos de nuestra crianza musical dejando complacido a todo el público asistente. Así, cuando la noche parecía caer en las garras del despecho y la modorra, surgía la furia africana y su herencia salsera en tandas de timbal y clave que alborotaban a los presentes para bailar sin parar. Luego que un vallenato, que una ranchera, que la salsa otra vez y una de Johnny de Rivera. Variadito y alternado se nos pasó la noche sin notarlo.

“que ya me voy” dijo Jaimito, algo fatigado. “pero te dejo mi equipo para puedas poner música”. El lugar de trabajo del viejo “Jimmy” se encontraba al extremo diagonal opuesto al mío, y la verdad asumir esa responsabilidad no fue de mi interés, ya que mis preferencias musicales tan solo alcanzan a un poquito de salsa, algo de latín jazz, alguito de baladas pero bien poco de vallenatos. Miré el reloj y a eso de las 4:30 de la madrugada del 25 de abril, me acerqué a Luisa y le pregunté si quería seguir poniendo música. Su respuesta seca y firme fue: “no, ésto se acabó”. A éste punto del encuentro muchos invitados que habían cumplido su promesa de asistir se habían marchado. Los que quedaban estaban pasaditos de tragos y se veían con ganas de salir a descansar. Por eso fue que me retiré a mi esquina del sabor y dejé que señora de casa tomara el control.

No más música, y gracias a todos por participar fueron las palabras que despidieron la rumba primaveral, aunque varios invitados nos acompañaron hasta la hora de apagar con varios tequilitas y cervezas por demás, que además de estar frías y frescas parecían no acabar. Terminé con mi labor. Cerré caja, entregué los dineros adquiridos en la barra y los sobrantes del licor comprado.

Así, mientras se organizaba un poco el orden de la sillas y se recogían las botellas vacías de los rincones de aquel lugar, el reloj nos abrazó con su sexta campanada, un cielo nublado, muchas gotas de agua fría y una enorme felicidad. Y es que no hay nada mejor que la satisfacción de haber dado lo mejor y de haber hecho las cosas con ganas y bien; esas, mis queridos amigos, son las recompensas que nunca van a ser olvidadas y las pequeñas cosas que hacen nuestras vidas más sanas.

A todos y cada uno de los asistentes, mil y mil gracias por su colaboración, sin ustedes es difícil cumplir con nuestra labor. Dios los siga bendiciendo y abundando para que nos sigan ayudando, y ya me despido porque si lo sigo rimando me sigo inspirando. A mi alegría una vez más gracias por la inspiración brindada.

Por:

Mario A. Rodríguez

Monday, April 5, 2010

Historia, evolucion y futuro del mariachi y el charro mexicano.

Historia, evolución y futuro del mariachi y el charro mexicano.


Por Mario Rodríguez y Juan Osorio.

Según don Ramón Talavera Franco el origen de la palabra “mariachi” tiene varias teorías entre las que se destacan la de origen Francés, la del origen maderero y la de origen religio-so. La primera afirma que la palabra mariachi proviene de la palabra francesa “marriage” que significa matrimonio. La palabra empezó a evolucionar debido a que durante la toma francesa los soldados hacían uso de la palabra marriage como referencia de la música, la cual era muy tradicional en las ceremonias matrimoniales.


La segunda teoría afirma que en Jalisco y Michoacán, México, existe un árbol de característica porosa llamado Mariachi; sin embargo, muchos expertos, originarios de estas regiones de México, niegan que este árbol exista. Otros afirman que la palabra es originada en la lengua de los indígenas Coca. Esta tribu, descendiente de los chimalhuacanos y a su vez de los nahoas, eran expertos músicos e imitadores de sonidos y tuvieron su asentamiento en el cerro de Coculacan en Cocula, Jalisco por alla hacia el año 1500. Esta es una de las teorías con más aceptación por parte de los mariachis mexicanos.

Durante la época de la conquista española, el proceso de evangelización utilizo la música como una de las principales herramientas. El fraile Miguel de Bolonia, logro transformar algunos canticos autóctonos de los indígenas cocas en alabanzas a la virgen y el arcángel San Gabriel. Con el correr de los anos los cocas empezaron a utilizar instrumentos españoles como la guitarra y el violín. Ya, durante las rancherías coculas, el indígena Justo Rodríguez Nixen decidió inventar unos instrumentos algo más autóctonos. Desde este punto de la historia apareció el “violín del cerro”; la vihuela que fue inicialmente construida con un concha de armadillo y mas adelante el guitarrón cuyas cuerdas fueron construidas con tripas de animales.

Según dice la historia, durante el proceso evangelizador los “cocas” le cantaban a la virgen la cual era llamada “María del Rio”. Esta virgen hizo una aparición mientras los indígenas araban la tierra y su fe se fortaleció enormemente. Nuevos canticos fueron compuestos y al parecer parte de los coros eran “María ce son” que traduce “la canción de María”. El asunto es que la palabra “ce” solía ser pronunciada como “shi” o en algunos casos “she”, dando como resultado “María Shi” o “María She”. En ambos casos la pronunciación conducía Al fonograma “Mariachi”.

Por muchos anos los mariachis fueron menospreciados y su tradición se mantuvo a nivel rural. El mariachi es un grupo musical conformado generalmente por un número entre 7 y 14 integrantes, aunque no existe un límite máximo. Los ins-trumentos indispensables son: la vihuela, la guitarra, el gui-tarrón, los violines y las trompetas. Algunas agrupaciones añaden la flauta y el arpa. Según cuenta la historia en 1905 para una celebración del presidente Porfirio Díaz, se invito un grupo mariachi el cual vistió al estilo campesino. Este atuendo consistía en blusa y pantalón hechos de manta de algodón y sombrero de paja de trigo o de palma. En 1907, con motivo de una fiesta en honor al secretario de estado norte americano Eliu Root, Porfirio Díaz utilizo al Mariachi como espectáculo central. En esta ocasión, el mariachi vistió el traje que hoy en día los distingue, el traje de charro. Se dice que esta fue la primera vez que el mariachi vistió su actual indumentaria, el traje de charro de gala.

El Charro es el jinete mexicano vestido de fiesta, lleno de esos colorines y adornos que le dieron nombre, un poco despectivo, cuando los españoles decían que los jinetes mestizos vestían muy "charramente". Porque el traje del campesino mexicano no es el traje del caballero español, sobrio en el norte y apenas algo colorido en el sur andaluz, sino algo más propio: pantalón ceñido, para ayudar a las maniobras del lazo; camisa fina y bordada; corbata de color chillantes, en forma de moño o mariposa; y el ancho sombrero jarano, lleno de galones de plata. En cuanto a la cabalgadura, los primeros caballos que hubo en América fueron españoles, pero el mexicano ha hecho un caballo a su medida.

Los hijos de españoles nacidos en México, los criollos, fueron los directos herederos de la caballería hispana, y con sus servidores indígenas adaptaron las monturas, las sillas, los estribos y las espuelas de los guerreros hispanos, para hacerlas útiles a los vaqueros y hombres de campo, criollos y mestizos.

Así entraron los primeros elementos mexicanos en la caba-llería, la arriería y la Charrería. Los trajes de los jinetes espa-ñoles, siguiendo el gusto barroco del mexicano, se convirtie-ron poco a poco en los coloridos trajes del Charro. Los mine-ros de Guanajuato, opulentos y presumidos, llenaron de ala-mares y botones de plata esos trajes, que ornaron de borda-dos coloridos los de Michoacán.

Algunos eruditos atribuyen el origen de la palabra Charro al vocablo ZAR, que en vasco significa hombre de campo, por lo que el Charro mexicano sería inicialmente heredero del jinete de Salamanca, en España. Pero en verdad el traje de Charro fue primeramente la versión criolla mexicana del caballista Cordobés, adaptado a nuevas costumbres, clima, medios de vida y demás características que hicieron nacer, primero, el traje del plateado, el guerrillero sureño mexicano, que portaba anchas pantaloneras abotonadas pero abiertas, dejando ver por abajo el fino calzón. El mismo sombrero ancho del Charro, fue primeramente el de alas planas del Cordobés, que crecieron por la lluvia y el sol y se arriscaron broncamente.

La historia de México se llena con la figura del Charro, bizarra a través de sus mejores épocas. Como insurgente peleo en las huestes de Hidalgo y Morelos, como Chinaco luchó contra el invasor francés; como rural militó a las órdenes de los revolucionarios vestidos de cuero, como Zapata y Pancho Villa. "Fue cochero y guardián de diligencias, cuando los caminos reales eran largas sendas de polvo; como fue luego caporal y jinete sobre las líneas de todas las rutas". Las espuelas de Amozoc del Charro mexicano, han punteado el polvo de todas las sendas mexicanas, señalando con viril presencia la historia de México.

El Charro mexicano, gallardo y valiente, lo mismo empuña el machete que la pistola o desata la reata o pulsa la guitarra; igual se arranca en su caballo lanzando el grito abierto de rebelión o de guerra, que florea el lazo en las hermosas fiestas charras. Este arte típico del floreo con la reata, lo mismo ejecutado a pie que a caballo, parado que a la carrera, distingue al mexicano de los jinetes de otras partes del mundo, porque no hay crinolinas tan artísticas como las suyas, en las que el lazo nunca pierde su móvil característica de dura y flexible circunferencia. En el coleo, en él jaripeo, en la herrada, es siempre el mismo Charro, el mestizo mexicano, bravo y sentimental.

La música ranchera o mejor dicho la que interpreta el maria-chi, tiene un repertorio musical variado. Visto desde el conteo métrico musical encontramos la forma binaria cuya métrica es 2/4. Esto significa que cada compas tiene dos pulsaciones, una fuerte y una débil las cuales se repiten constantemente a lo largo de la pieza musical. Los géneros que se encuentran en esta forma musical son: canción ranchera, corrido, polka mexicana, pasodoble y la marcha.

La forma ternaria tiene una métrica ¾ lo que significa que el acento fuerte se repite cada tres pulsaciones o tiempos. En esta forma musical encontramos la canción ranchera, el corrido y el vals mexicano. También encontramos la métrica 4/4, que es igualmente binaria; dentro de esta forma musical se encuentran el bolero ranchero, el danzón, el chotis lento y la danza. La métrica 6/8 que es una extensión de la métrica ternaria incluye los siguientes ritmos: el son mariachi, huapango de mariachi y sones regionales.

Durante los años cuarenta, el cine mexicano dio a conocer internacionalmente al mariachi y al charro mexicano con el señor Jorge Negrete, y es desde aquí que empezamos nuestro viaje a través de lo más hermoso de la música ranchera, los mariachis y el folklor mexicano.



BIENVENIDOS.



Repertorio

Jorge Negrete (El hijo del pueblo) vals



Pedro Infante (Flor sin retoño) bolero ranchero



Javier Solís (cataclismo) bolero ranchero



Antonio Aguilar (caballo de patas blancas) corrido



José Alfredo Jiménez (el rey) canción ranchera



Vicente Fernández (no se me rajar) canción ranchera



Alejandro Fernández (como quien pierde una estrella) balada



Pepe Aguilar (llamarada) balada ranchera



Juan Osorio (charro colombiano) canción ranchera



Pedro Fernández (la de la mochila azul) corrido



Miguel Aceves Mejía el falsete de oro



Bibliografía



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OLDEST KNOWN BAND IN AREA HAS BROUGHT MEXICAN MUSIC, CULTURE HERE FOR MORE THAN 43 YEARS." Herald-News (Joliet, IL). 1999. Retrieved April 05, 2010 from HighBeam Research: http://www.highbeam.com/doc/1N1-0EB096A314D48E1F.html

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http://en.wikipedia.org/wiki/Charro. 2010.

http://www.culturafronteriza.com/mariachi%20historia.html. 2010.

http://www.doslourdes.net/MUSacentos_y_compases.htm. 2010.


Wednesday, March 31, 2010

Noche Verde

“Resulta que había una vez un mico que se estaba en una borrachera tenaz y hablando pestes del león; el mico, quien llevaba ya más de tres botellas de ron en la cabeza gritaba a los cuatro vientos que el león esto, que le león aquello, que como era posible que el león mandara si es queeee ……cuando de pronto una sombra con forma de felino, gigante y algo furioso le empieza a cubrir el cuerpo; entonces dice el mico, ehhhhh, es que uno borracho si es que habla mucha mierda, cierto?”. Y la noche verde tuvo su comienzo. Que pepito, que Juanito, que el viejito y la viejita, que el moreno y la blanquita y así uno a uno, todos los personajes tradicionales empezaron a desfilar en la imaginación de los que tuvieron el placer de asistir a este encuentro humorístico en escenario 57.

Este primer encuentro de humor conto con la participación de dos invitados muy especiales, el primero de ellos fue “PATETO” alias Mario Montoya, oriundo de la querendona, trasnochadora y morena Pereira del alma, quien abrió el show con algunos chistes regionalistas y luego se adentro en la idiosincrasia de la cultura paisa, sin dejar de lado, claro está, los niños traviesos, los cachos y toda la astucia del acontecer colombiano. El viejo Mario nos saco lágrimas y algunos retorcijones que fueron el producto final de tanto carcajear. Le siguió “CHESPIER” o más conocido “CHESPIRITO” quien nos envolvió en un sin número de situaciones cómicas y locas de imaginar arrancándonos desde lo más profundo del diafragma, carcajadas y gritos agónicos al no poder reír mas. Cesar Acosta, “chespirito” alterno el escenario con “pateto” por algo más de dos horas.

Luego se dio paso al público asistente. Andrés Felipe participo con varios chistes entres los que sobre sale el de una alfombra muy fina que ni la mama, ni la hija, ni mucho menos la abuela pudieron conseguir. Más adelante Lucero, nos recordó las pascuas navideñas con Gasparito, Baltasarcito y melchorizito, los reyes magos, quienes por ahí le estaban chupando un bom bom bun a san José. Juan Osorio resulto con la historia de un par de locas que estaban desesperadas por fumar en un avión y un tal “cara de crimen” a quien le tocaba ajusticiar a unos locos por ahí. Mario, pero no “pateto” conto un chiste sobre un tal perro llamado burbujas y sus habilidades especiales y también la historia de una señora con una amante llamado firififi. Y así entre uno y otro y preste para acá el micrófono que me acorde de un chistecito, el tiempo y la risa se adueñaron del lugar.

Ya, cuando la noche se creía finalizada, apareció el polifacético Hernán Mosquera; discúlpenme, el maestro Hernán Mosquera, quien además de compartirnos más de treinta minutos de chistes políticos, adivinen de cual Turbay Ayala estoy hablando, nos deslumbro con algunos boleros, cumbias, bambucos, flamencos, sones, bossa novas y trovas tan a su particular estilo y con la compañía de su inseparable Guitar Ra. La noche verde no pudo tener un mejor fin. Pasados los minutos y ya entrados en los ajetreos del cantar y el reír, Juancho se animo a cantar a en compañía de Hernán “perdón” y “en un rincón del alma” dos joyas de nuestra cultura que fueron interpretadas al tan exclusivo y majestuoso estilo de estos dos locos del arte. Luego se dio paso al karaoke; todos, ya contaminados de tanto cantar, empezaron a buscar a “ANA BELEN, JOAN MANUEL SERRAT, SANDRO, NINO BRAVO, CAMILO SEXTO”, y tantos otros ídolos que hicieron de la madrugada algo más que un nuevo amanecer.

Así fue pues que nos dieron las dos, y las tres y las cuatro y las seis y por ende un nuevo día que nos acarició el alma con la sonrisa a flor de piel. Como diría un loco al que hace miles de años tildaron de revolucionario y que hoy es nuestra senda a la felicidad, “FUERON MUCHOS LOS LLAMADOS, PERO POCOS LOS ELEGIDOS”.



Por Mario Rodríguez.

Tuesday, March 23, 2010

VERBO


Eres verbo infinito

Que demanda acción,

Pero conjugado en

Tiempos indefinidos.

Eres frase inspirada

En el pluscuamperfecto de una época mejor

Pero en vidas distantes,

Que aunque se vivan

Y mueran y

Se vuelvan a vivir,

Nunca te aprenderán a invocar.

Ahora

Mézclate, combínate, júntate

Y peyora tu intimidad

Con sustantivos, adjetivos, adverbios y pronombres,

Pero no te pierdas en medio del discurso,

Ni te olvides de tu esencia,

Que la palabra es la invitada y

Tú eres su verdad.





Mario Rodríguez

Friday, March 19, 2010

No supe a ciencia cierta cuantos fueron.

No se supe a ciencia cierta cuantos fueron, solo se logro concluir que la participación había sido total. “Todos aparecieron de un momento a otro” dijo sabitas, quien había arribado al lugar de encuentro mucho tiempo antes de la hora acordada. Las mujeres se encargaron de la decoración y los hombres del trago y los cartones, mejor digamos tableros, del juego de BINGO. Todos tenían tareas asignadas, sin embargo, hacía falta una mano más que apoyara aquella CAUSA. Así fue que después de haber culminado aquellas doce horas de arduo trabajo con niños, y sobre todo después de haber ingestado algo de proteína, colesterol y carbohidratos, me vestí de jeans, botas de invierno, camiseta doble y mucho entusiasmo para disponerme a la CAUSA. Abandone mi casa, con algo de frio y en especial escepticismo por la participación de nuestra comunidad. Camine hasta mi carro y mientras lo hacía, pensaba en la posibilidad de encontrar la casa de Canan repleta de gente. No me había equivocado; muchas personas que nunca había visto y otras tantas que pertenecen a mi pie de fuerza se encontraban allí riendo a carcajadas y haciendo bromas. Sus manos sostenían unos pequeños tableros los cuales cuentan con una selección diferente y aleatoria de números entre el uno y el 75 distribuidos de abajo de las letras de la palabra BINGO, los cuales fueron distribuidos y colectados por el tío “willy” el viejo “Juli”.

Salude como de costumbre, sin mirar a quien. A quienes conocía un abrazo y en algunos casos un beso; a quienes no un “buenas noches”, “como están” y en ciertas situaciones un estrechón de manos. Empecé a disfrutar la panorámica de aquella reunión. Algunos reían y disfrutaban de las bebidas mientras otros lo hacían de la comida ofrecida. La comida estuvo constituida básicamente y en su totalidad, por unas deliciosas empanadas que “Stellita”, como solemos llamarla, tuvo la bondad de preparar con la ayuda de sus hijas y amigas. Adriana y Myriam, se encargaron de sofreírlas y dejarlas listas para ser ofertadas a los asistentes del bingo. La cocina de Marcela, estaba atestada de gente y por supuesto de olor a familia. Me acorde en ese instante de las tardes en que la abuela Carmela acostumbraba a prepararnos arepuelas, una especie de arepa con forma amorfa pero de increíble sabor que a mí, a mis primas y primos y tíos en general fascinaba. Cada vez que la abuela preparaba sus arepuelas solíamos reunirnos en torno a su tan única y particular forma de hacernos felices, comiendo.

A mi ingreso en la casa se jugaba el tercer bingo de la noche, todas las personas estaban concentradas en sus números, y mientras yo pasaba por encima de ellos y les incomodaba un poco, se escucho el grito ganador, “BINGOOO”. Luego sin más apremio otro grito, “BINGOOO”. Los ganadores tuvieron que pasar donde Mario, más conocido en el bajo mundo como “pateto”, quien se encargo de amenizar y dirigir los siete bingos que se jugaron y quien a su vez fue asistido por Mario, "el rolo". "Uyy chino" dijo "pateto", con su particular humor. Una vez constatada la veracidad de los tableros, se les entrego los premios a los dos ganadores que por razones obvias tuvieron que ser divididos equitativamente.

Don Henry, quien ya contaba con algunas botellas de whisky en su sistema sanguíneo se encargo de la música y se dio a conocer en el ámbito discotequero como el DJ “G”. Su repertorio de salsa, vallenatos y demás ritmos musicales propios de nuestra herencia latina amenizaron los intermedios, donde por supuesto nos dispusimos a compartir, a recordar y a carcajear. “Empanadas frescas” se escucho decir; claro, era Yo quien las ofrecía, pero ya todos estaban hasta la saciedad de aquella delicia culinaria. “A dólar, a dólar, miren que se acaban” tuve que prorrumpir, y de inmediato las manos empezaron a asomarse como en busca de un tesoro escondido.” Todo se vendió” dijo Orladiz quien estuvo al frente del evento junto con los otros organizadores. Fue un tremendo rato el que pasamos y una excelente colecta de fondos.

La jornada redondeo las seis horas de duración y después de haber disfrutado de la presencia de personas de casi todas las regiones de Colombia y algunos amigos de otras nacionalidades, nos dispusimos a limpiar y organizar al mismo tiempo que la canela en agua hervía para que el aroma a aceite usado y comida frita se desvaneciera. Cansado pero con la felicidad de haber cumplido la labor impuesta, me dispuse a salir, aunque la noche en aquel instante se dibujaba larga y divertida para la mayoría.

Ya, cuando estaba de camino a casa, y el olor a comida y aceite quemado emanaba de mi ropa, comprendí que la unión hace la fuerza, y que nosotros, mis queridos amigos, somos capaces de producir mucha fuerza y por la tanto mucha unidad. El significado de sudar la camiseta va mas allá de un simple juego de futbol, es meterle ganas a lo que se hace y sobre todo a no perder la fe, a nunca dejar que nuestros sueños se desvanezcan en la incertidumbre de un después o tal vez mañana. Hoy somos y hoy hacemos, mañana…. mañana es un abismo muy grande que no sabemos si podremos sortear.





Thursday, March 18, 2010

Tertulia CAUSA 2010 dos dias despues. El detras de camaras

Tertulia, tertulita todos a tertuliar, fue el inicio de nuestro programa de actividades el pasado 13 de marzo, cuando se dio paso a la segunda TERTULIA de CAUSA. Esta versión trajo consigo nuevas caras, talentos y propuestas artísticas que dejaron en el ambiente la sensación de "quiero más". Pese a las fuertes lluvias y dificultades presentadas por el tráfico vehicular, la asistencia al evento fue maravillosa. Lo logramos, unidos y solamente asi, podremos llevar a cabo nuestras metas.


La semana transcurrió en el apuro de finiquitar los detalles del evento. La tertulia traería consigo nuevas caras y por eso los organizadores estaban tratando de pulir algunos detalles que permitieran la aceptación de esta iniciativa. Que compremos las copas, que vayamos a decorar, que las sillas hay que alquilarlas y que el programa se debía confirmar. Era miércoles 10 de marzo y todavía no contábamos con el cien por ciento de los artistas invitados. Finalmente, como a eso de las 10:00 pm., de ese mismo día, juancho me confirmo el itinerario de vuelo. Yo ya tenía el bosquejo de lo que el programa escrito podría ser, era cuestión de confirmar los por menores y cosillas de tiempos para cada artista; quien iniciaba y quien finalizaba; quien iría en el medio, el famoso sándwich; quien haría aquello, quien haría lo otro. Una vez finalizada la primera muestra del programa, se sometió a escrutinio para corregir detalles, los famosos horrores ortográficos, el uso de las palabras adecuadas, que la coma allí, que el punto acá, que el punto y coma de la que ya sabemos porque esta vaina se queda así. Jueves de ensayo y semi-borrachera; viernes de ensayo y borrachera, y finalmente sábado de show.

Las sillas fueron acomodadas según lo acordado, la música de ambientación y el reloj que marcaba las 8:00 pm. Uno a uno, los miembros de CAUSA empezaron a llegar y a tomar posiciones. Sabitas y Canan se ubicaron en el bar. Después de haber acordado la medida de los tragos, la fórmula secreta del margarita, la pócima de la cuba libre y los precios para los consumidores, me fui a ver que más se necesitaba. Como siempre en el recibimiento se ubico Adriana quien fue acompañada por nuestra bonita señora presidenta Orladiz. Ellas, hermosas como siempre, hicieron entrega de los programas, los recordatorios y el pase de cortesía para una bebida en el bar.

Las nueve fueron decretadas por las manecillas del reloj y el salón se empezó a colmar de expectantes comensales. 9:05 pm y la ceremonia de inicio tuvo lugar. Palabras de presentación, bienvenida y una breve reseña de lo que CAUSA es, fueron los primeros arañazos de aquella noche. Acto seguido se dio inicio al programa presentado a cada asistente.

Mientras los artistas se desdoblaban con estrofas de poesía y coros de amor, atrás en el bar, se vivía la urgencia del alma por un sorbo de licor. Canan Y Sabas, se enfrentaron a la noche y a la voraz necesidad de decenas de contertulios dispuestos a dejar el alma por la CAUSA. Tequila, ron, aguardiente, cerveza, el manjar del dios vaco, las margaritas y las cubas libres, fueron el menú de la barra. Stella, Orladiz, Myriam y Luisa, se convirtieron en las coperas más bellas. Su esfuerzo desmedido por atender a los invitados fue una demostración de compromiso y entrega. No supieron si el poema era una historia o si el cantante fue el mismo que leyó, solo supieron que su misión allí era la de trabajar por hacer de aquella noche nuestra noche.

Myriam se encargo de la venta de los cocteles. Los cocteles fueron una donación que Elsa, la compatriota, tuvo la generosidad de ofrecer para ayudar a recaudar fondos para nuestro programa sonrisas. Julián se instalo pues en la situación de camarógrafo y capturo con su lente los momentos más álgidos de la noche.

En el sonido, Juan. Que le suba a la pista, que me cuadre el retorno, que ese no es el tema, que me espere un segundo. El arte trae consigo muchas posibilidades pero al igual muchas necesidades. Gracias a DIOS, contamos con el talento humano idóneo para llevar a cabo nuestra jornada de integración. Mientras los asistentes se sumergían en un océano de música, letras, palabras y versos, el fermento de la vid tomaba control de las emociones. Algunas lagrimas se escucharon caer y muchos aplausos que hicieron olvidar el deber de adelantar el reloj una hora. Así pues cuando la audiencia descubrió que las dos eran las tres y que mañana ya era hoy, el pánico quiso apoderarse de los sentidos; sin embargo, la noche tenia de todo ganas menos de terminar. Antes de dar por terminado el evento, se llevo a cabo la entrega de reconocimientos a los artistas invitados. Los Diplomas, diseñados y puestos en calidad de aporte por uno de nuestros más queridos integrantes, Julián Gómez, tuvieron la misión de ser la huella póstuma del esfuerzo realizado y la atención para con el llamado de nuestra organización. Cada uno de los miembros de CAUSA, estuvo allí, agradeciendo a los participantes de la tertulia y al público, su tiempo y compostura a lo largo de todo el espectáculo propuesto, el cual alcanzo a acariciar las seis horas y algo más.

Cuando la madrugada redondeo las 5:45, se escucho el ultimo sostenido de una mujer quien imitaba a la india. Las luces se empezaron a apagar, el sonido se silencio y el telón fue cerrado.

Escenario 57's opening

Que se abra el telón, y pasados ya de las nueve algo más de cinco minutos, la música ambiental dejo ambientar. Los murmullos se fueron compactando lentamente en un sólido silencio que invito a la palabra para ser venerada, aplaudida, sentida, llorada, querida y en especial escuchada. La obertura se llevo los aplausos del público después de una soberbia interpretación de “el courre” de Johann Sebastian Bach en mi menor para guitarra clásica a cargo de la bogotana Mayra Chaves. La complejidad de esta pieza musical dejo perplejo al oído asistente que después de ser seducido por la armónica vibración de aquellas seis locas cuerdas, exploto en aplausos y ovaciones. El inicio no puedo ser mejor. Fue entonces que los corazones se empezaron a dejar seducir por la magia de la música y la razón se dispuso a instaurarse en puestos distantes de reflexión con asombro y expectación.


El culto al arte prosiguió con las lecturas de cartas dedicadas a la vida. Cartas que sin tener un remitente fijo ni mucho menos un destinatario definido empaparon el ambiente de erotismo, amor, lujurias olvidadas y heridas accidentales. Los versos que según el orador, fueron escritos como forma de desahogar su espíritu inquieto y demencia cíclica, fueron una muestra más de la potencia del verbo cuando este se decide a ser acción. “te vi durmiendo”; “propuesta”; “un día” y “si hubiera sido diferente” fueron algunos de los títulos compartidos por primera vez en público por el escritor de anécdotas Mario Rodríguez. Su drama, su vínculo directo con el papel, el verso y sus emociones, atraco los sentidos de los escuchas quienes notaron en las expresiones del lector, las marcas evidentes de saber que en esos versos existe mucha más realidad que ficción. La comedia siguió al drama con el humor tan particular y de exquisita calidad del joven comediante Nolan Bohórquez. Quince minutos de intervención dejaron al púbico asistente con la carcajada a flor de piel y más de un calambre abdominal.

Hablar de tertulia CAUSA 2010 sin involucrar el nombre de este hombre sería algo como concebir a la misma CAUSA sin único sinónimo, sin su sinergia más agónica o sin su C de Caicedonia y Colombia. William Gómez, el maestro de la poesía, del folklor tradicional y de versos tan profundos como “esos no son guapos, guapa mi madre, ella sí que era guapa” o tal vez “deje que le chante un beso en la trompa mama hermosa, que estoy feliz, me echaron del puesto” fueron puestos en escena para cautivar a los presentes y desgajar algunas lagrimas. Poemas tales como “el beso”; “el duelo del mayoral”; “el borracho”, entre otros, desgarraron memorias refundidas de un pasado casi olvidado que volvió a ser revivido en los corazones de decenas de compatriotas reunidos al son del fervor por ayudar a los demás. Una vez más lágrimas, aplausos, pero sobretodo mas lagrimas fueron la firma colectiva de los espectadores, que sin nada más que ofrecer que un aplauso para el artista, quisieron abrazarle y sentirle la existencia. Aquel poeta, que parecía como iluminado por la Calíope, resplandecía con su sabia mirada y potente cintura aunque en realidad era su aura, la de color blanco ayuda, la que le hizo brillar.

La prosa, la rima y la melodía tomaron forma con el compas inconfundible del maestro Hernán Mosquera, quien ataco al tumulto de amigos con lo mejor de la música latinoamericana, empezando por Brasil con bossa nova y terminando en la sierra maestra con Silvio y Milanés. Se recorrió así pues nuestra hermosa América de sur a norte sin dejar que las palmas lo dejaran de acompañar y que las voces de los presentes pararan de corear sus canciones. Su magistral forma de interpretar la guitarra y su particular estilo de poner en el ambiente las letras de las canciones hicieron sin duda alguna, que el maestro Hernán fuera uno de los artistas más apetecidos de la noche.

El turno siguiente fue para los asistentes. El micrófono quedo abierto para que cualquiera que se sintiera inspirado a participar así lo hiciera. Así fue como se inicio la sección de los esporádicos; la primera participación fue la del señor Edward Correa, líder comunitario quien se acerco a compartirnos algo de sus experiencias y propuestas. Su principal idea se relaciono con la jornada denominada “El poder de uno por Chile”. Este será un espacio que reunirá a toda la comunidad interesada en darles una mano de ayuda a nuestros hermanos de Chile. El micrófono fue cedido al Julián Gómez, integrante de CAUSA. Su poesía lleno el recinto de imágenes fuertes que con palabras suaves nos dejaron imaginar la historia de un niño que se metía el pavimento en la cara después de una caída de ocho pisos, para que acto seguido fuera visto por Diana. Se finalizo la primera tanda con la participación de Miriam Osorio, también integrante de CAUSA, quien leyó algunos de sus poemas más conocidos. El primero de ellos fue “poema sin nombre”; una bella poesía que da al ser amado importancia vital. Su segundo poema fue “el hombre audaz”, hermosa reflexión que destaca los valores del hipotético hombre ideal.

No podía hacer falta la presencia de uno de los líderes de esta jornada artística. Su talento, el que heredo de sus padres y en general de su familia, lo llevo a ser cantante, actor, intrépido gimnasta y excelente dirigente. Administro la presidencia de CAUSA por tres años consecutivos. Se dio a conocer en sus principios en el medio como el charro de plata; sin embargo, su talento que trasciende casi todas las manifestaciones del arte, lo condujeron a la maestría de su voz. Su participación dejo de lado las botas de charro, la chamarra, y la biguela para dar paso a la balada. Sus artistas fueron seleccionados cuidadosamente. Nino Bravo, Ricardo Montaner, Pepe Aguilar y José José. Los temas no fueron de menor importancia. “América”, “solo con un beso”, “amigo mío” y la única e irrepetible “almohada”, fueron las canciones elegidas para hacer uno de los despliegues vocales más atrevidos y audaces de los últimos tiempos. La respuesta del público asistente no podía ser otra diferente a la de aplausos y el tan merecidísimo “otra, otra, otra.” Juan Osorio fue el protagonista de una de las intervenciones más destacadas de la noche. Su atrevimiento, como el mismo lo llamo, no paro allí, llamo al escenario a Mayra Chaves para evocar los días de “en el jardín” cuando Alejandro Fernández hacia su ingreso estelar al mundo la balada pop acompañado por Gloria Estefan, por allá a finales de la década de los 90. También invito al maestro Hernán Mosquera y relució su polifacética voz con un bolero ranchero desconectado, “pa todo el año” del maestro José Alfredo Jiménez, robándose de una vez por todas el corazón de los asistentes y dejando sin palabras a quienes nunca le habían visto en esa nueva faceta de su carrera artística.

El turno siguiente fue para una de las figuras caicedonitas y por ende colombianas más reconocidas a nivel internacional. Sus obras han sido expuestas en muchas partes del mundo incluyendo el mismo club Colombia en Dover NJ. Su intervención fue crucial, su propuesta fue clara y concisa. “Vamos verde, más ecológicos”. Si no hay un cambio radical de actitud, no tendremos futuro. Su llamado, directo a nuestras conciencias, nos pidió volver a los días de antaño donde el amor y el respeto por la naturaleza nos permitían vivir en paz, sin tanta guerra y más salud. El maestro Rivas nos dejo el pensamiento irresoluto con su forma tan profunda de abordar la ecología. Trajo a la mesa masacres contra la madre naturaleza y en especial contra los seres vivos, tal vez más inteligentes de este planeta, los delfines. Esos que desde la profundidad del agua se cuestionan y solamente pueden concluir que acá afuera vivimos los que tenemos que matar por un trozo de pan, los que tenemos que pedir permiso para caminar por una tierra que nos pertenece a todos y los que vivimos obsesionados con la maldición de acumular y acumular disque para vivir supuestamente en mejores condiciones, sin saber que al final del paseo todos salimos igual de fríos, pálidos y tiesos.

La noche fue entonces de los cesares. Cesar Acosta, excelente cantante nos deleito con las letras de canciones como, “por ese palpitar, que tiene tu mirar, yo puedo presentir que tú debes sufrir…” de nuestro ya fallecido Sandro de América. También revivió a Beto Fernán, Juan Gabriel, Leonardo Favio, y tantos otros artistas de los 70’s y 80’s., que se han vuelto con cada nuevo año de vida en clásicos de la plancha, el ron y el despecho.

El cierre estuvo a cargo del artista Andrés Felipe. Su especialidad, la música popular de despecho, rememoro artistas como Palito Ortega, Johnny Rivera, Olimpo Cárdenas, y el infaltable Vicente Fernández. Andrés tuvo la camaradería de atender el pedido personal de un amigo de CAUSA. La noche de TERTULIA, se consagro a este punto del evento, cuando gracias a las musas asistentes, locas y ebrias ya de ir venir con cada artista, dejaron que la reconciliación, el afecto escondido y las nuevas oportunidades se dieran. Y hacemos una especial distinción de este momento de la noche, porque para CAUSA es muy importante ser un canal de reencuentro y renovación. Así pues la bohemia se apodero de todo el círculo de amistades y se dio paso a las dedicatorias y también a las demostraciones de amor. Nunca es tarde para decir a quienes amamos que los amamos. Cesar Camargo, tomo el micrófono y abrió su corazón a los asistentes dejándonos conocer el regocijo albergado en su alma al poder estar compartiendo con su padre algo de la demencia y la felicidad de la tertulia CAUSA 2010. Andrés Felipe cumplió el llamado de su amigo y nos robo algo de llanto. “Cuando quería ser grande” fue el tema que abrió el segmento de nuestro invitado final, una hermosa poesía que elogia la vida de esos locos viejitos que nos ensenaron a vivir. Para quienes tenemos la bendición de tenerlos vivos y para aquellos que ya los vieron partir, fue un momento muy especial.

El micrófono volvió a ser del público y allí fue donde encontramos una esporádica que nos invito a la reflexión al igual que el maestro Rivas. Su idea, simple y básica, cubrió el tópico de la caridad. Elsa, más conocida como la compatriota, nos expuso un tema que solo es posible aprender a través de la piel, a través de la vida y que en muchos casos solo se aprende cuando ya no hay nada que hacer al respecto. Es más saludable dar que recibir, es mejor compartir que acumular, es más altruista ofrecer que solicitar y se es más feliz en lo sencillo que en lo complejo. De que nos sirve tener excesos que se subutilizan mientras hay tantos subutilizados que son excedidos por la abundante escasez de recursos. De que nos sirve lucir pulcros y bellos mientras tenemos hermanos que mueren de hambre, que lo pierden todo de la noche a la mañana, que amanecen cada día jugando a las escondidas con la miseria para no ser encontrados o peor aún, para no tener que salir a buscarla. Su mensaje, profundo como la misma distancia que separa la sima de la cima, nos exigió dejar lo material, y no como lema religioso o campana política, sino como alternativa de vida. Señores hay que dar, hay que compartir, tenemos que romper con ese yugo que nos ha lapidado desde siempre como tercer mundistas, tenemos que quebrar esa cadena que nos limita el correr, el caminar y porque no el volar, tenemos que acabar con esa actitud egoísta de ver las cosas y escucharlas como si fueran cosas de los demás, de gente extraña, de países distantes y tierras de nunca jamás donde no seremos invitados o a donde muy seguramente no iremos nunca.

Nos concretaremos en la posibilidad de ser reales y verdaderos para así empezar a paso firme, aunque corto y lento, la construcción de un espacio de alternación cultural y renovación social que vincule la tradición con la nueva era y la rutina con la cortina, para que como dije al principio de mi redacción, se abra el telón.

A todos los miembros del comité ejecutivo de CAUSA, muchas gracias por su colaboración. En orden de aparición en mi memoria quiero mencionar a Orladiz Cubillos, presidenta de nuestra organización, quien ha sido un motor muy importante para nosotros. En el bar mil gracias a Hernán Alzate y Albeiro Sabas, los duros del margarita y la cuba libre. En las mesas y servicio al cliente Stella Camargo, Luisa Ramírez, Myriam Gómez, Adriana Osorio y Orladiz Cubillos. En el departamento de producción, Julián Gómez, quien se encargo del video y la fotografía. En el sonido, arreglo y decoración Juan Osorio, en la logística William Gómez y en el papel con el lápiz su servidor Mario Rodríguez. A todos los demás colaboradores mil y mil gracias por su participación y a la Alegría, un sinfín de razones para quererle más. Es que esta vida sin alegría seria solo tristeza o quién sabe, a lo mejor simpleza.

Por que` los estoy queriendo Tanto?

“Por que lo estoy queriendo tanto?” Me pregunto, mirándome a los ojos y tratando de asir un gesto o una palabra que le asegurara una respuesta firme, corta y concisa. Sus manos se deslizaron suavemente de arriba a bajo de mi cabeza pasando por mi cabello, orejas, mejillas y cuello como tratando de seducir mi sentidos para oír así lo que sus anhelos estaban esperando. Sin parpadear, le mire a los ojos. Mi respuesta no podría nunca ser exacta porque lo que ella sentía en ese momento solo podía ser expresado por ella. Los motivos y razones de sus emociones tendrían que ser sumariados exclusivamente por sus sentidos y particulares puntos de vista. Sin embargo, me atreví a responderle con la seriedad que su pregunta traía pero a la vez también con la irreverencia de no saber que decir y aun así hablar. “Y por que mas va a ser” murmure sin fuerza; “por los tantos rezos que le estoy haciendo, por la juagadura de calcañal que le di a beber y por las fotos que le estoy chuzando; es que nada mas puedo hacer para que me quiera si lo que soy no me alcanza para conquistar su corazón” finalice diciendo con una expresión de inconformismo. No la quise ofender, pero tampoco pude matizar mis palabras con armonía y suavidad ni mucho humor o sarcasmo, sobre todo porque la pregunta se me revolvió en la cabeza con las tantas incertidumbres que viven en mí. Como esa loca primera que siempre me aturde cuando las obligaciones monetarias se amangualan y mi pobre cheque bisemanal penosamente alcanza a taparle una muela de sus furiosas y hambrientas fauces.
No hubo poesía, no hubo prosa romántica, solo palabras atadas a punta de ganchos, a punta de tachuelas mal puestas que aseguraron por un instante los retazos de aquella conversación virtual entre mi supuesta amada y mi paupérrimo yo mientras las pinzas de la razón me halaban a la vida una vez mas y me daban la forma de hombre solitario y solo, enamorado y loco, apesadumbrado y sobrio. No supe si la respuesta conjugo sus expectativas en tiempo presente o simplemente las dejo a la deriva un tiempo inexistente de pronunciación imaginaria, sin sonido atribuido, con monogramas nuevos de unipersonal diseño, y sombras acromáticas de colores lagrima y triste amanecer. Tampoco pude percibir si lo mencionado fue tan solo otro pretexto para aferrar su idea a mi concepto y por ende mi significado a su propósito, pero desde entonces, sus versos se compilaron en la función de dejarme leerle las ganas de su prosódica fuerza en las palabras “por que y queriendo”, aunque su intención primera nunca hubiese sido preguntar ni mucho menos querer.
Se levanto despacio. Mi respiración recobro su normal cadencia, baja frecuencia y profunda inhalación. Camino hacia el baño y cerró la puerta detrás de ella dispuesta a disolverse entre las torbellinos de la cisterna en bajada. No dije nada. No pude intentar detener su movida porque su aurora describía un color rojo oscuro, como muerte en fuego ardiente aunque en verdad se quería ahogar en la profundidad del océano inexistente de sus lágrimas. El silencio permaneció entre nosotros por un largo rato. Luego sus pasos otra vez. El grifo del agua se movió y escuche sus dientes ser cepillados con fuerza. Una vez más camino; el grifo del agua fue cerrado a la vez que la puerta del gabinete chocaba con ira. Salió y volvió a mi lado con la sonrisa a flor de piel y las lagrimas redondeando sus mejillas pálidas. “Te quiero por quien me haces ser, por quien soy cuando estoy contigo, por las sonrisas que puedo derrochar sin temor a perderlas para siempre porque a tu lado soy rica y por las ilusiones que me permites cultivar aunque sepa que son solo eso, ilusiones; pero es por ti que pude revivir mi capacidad para sonar, para volar, para jugar con mi ser y hacer de mi lo que pensé era prohibido”. Luego, su olor se empeño en confundirse con el aire, y como aroma purificante, intento internarse en mis pulmones otorgándome el derecho a respirar. Quise gritar, quise correr, pero la fuerza de su olor me controlo y me adormeció haciéndome quedar allí, inmóvil y vulnerable a las necesidades de su orgullo necio y voraz sexualidad.